Después de meses de presión por parte de los gigantes de la industria automotriz, Donald Trump dio su brazo a torcer y firmó un nuevo decreto que suaviza su política comercial para el sector. La medida, anunciada este martes desde la Casa Blanca, busca reducir costos, evitar más despidos y dar un respiro a fabricantes como General Motors, Ford y Stellantis, que ya comenzaban a sentir el impacto de los aranceles superpuestos en acero, aluminio y autopartes.
Con esta nueva decisión, el gobierno estadounidense elimina la “doble carga” arancelaria, es decir, que un mismo vehículo ya no pagará tarifas por los materiales y luego por el producto final. Ahora solo se aplicará el arancel más alto entre todos los componentes involucrados en la cadena de producción.
Reembolsos para fabricantes que ensamblen en EE.UU.
Una de las grandes novedades del decreto es que las empresas que ensamblen autos en territorio estadounidense podrán acceder a un reembolso de hasta el 3.75% del valor del vehículo, incluso si usan autopartes importadas. Este incentivo durará un año y luego irá reduciéndose gradualmente.
Según el secretario del Tesoro, Scott Bessent, la idea es dar a las empresas un camino viable para fortalecer la manufactura nacional:
“Queremos que traigan más partes de su producción a casa, de forma rápida y eficiente, creando más empleos en el camino.”
México y Canadá, con trato especial gracias al T-MEC
Buenas noticias para el sector automotriz mexicano: las autopartes provenientes de México y Canadá estarán exentas del nuevo esquema de aranceles, siempre y cuando cumplan con las reglas de origen del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá). Esto significa que el comercio regional sigue siendo clave para la industria, aunque los vehículos completos o kits de ensamblaje seguirán pagando si no cumplen los criterios.
Actualmente, México es el principal proveedor externo de autopartes a Estados Unidos, con más de 181 mil millones de dólares en exportaciones en 2024, por lo que esta exención representa un respiro para cientos de empresas mexicanas.
Las automotrices lo ven con buenos ojos, pero no bajan la guardia
Los grandes fabricantes como Ford, GM y Stellantis reaccionaron positivamente, calificando la medida como un paso en la dirección correcta. Sin embargo, también expresaron preocupación por la falta de claridad a largo plazo.
Jim Farley, CEO de Ford, declaró que estas decisiones “ayudarán a mitigar el impacto sobre fabricantes y consumidores”, mientras que Mary Barra, de GM, celebró que el decreto “nivela un poco más el terreno de juego”.
Aun así, la incertidumbre sigue pesando: GM canceló su guía financiera para 2025 y pospuso su reunión con inversionistas, mientras que Ford y Stellantis informarán sus resultados trimestrales en los próximos días, atentos a cómo evolucionará este nuevo marco regulatorio.
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